Asesina.
Una lagrima se derramo por mi mejilla como si estuviese
emocionada. Yo amaba a Charlie e iba a salvarlo. Ambos viviríamos. No dejaría
que nadie impidiera eso, él se merecía una vida plena y feliz.
Me arrastre en el suelo con cada mínimo musculo de mi
cuerpo. Había perdido demasiada sangre y estaba segura que la herida en mi
pierna y el corte del brazo se me infectarían. Pero todo merecía la pena con
tal de salir de aquel infierno.
Llegue a la camioneta, Eric me vio y me puso de pie.
Subimos a Charlie entre los dos.
Nos alcanzaron. Luego de eso todo fue demasiado rápido.
Terry encendió el motor haciendo un rugido ensordecedor.
Eric se subió en el asiento del acompañante y yo me senté en el medio de los
asientos de atrás a la velocidad de la luz, intentando eludir el dolor que tenía
en el cuerpo. Mi corazón latía rápido.
Cuando me gire para verla a Maggie, sentada a mi derecha,
ella tenía la cabeza gacha. La mire de reojo y luego observé sus manos. Tenía
el arma bien sujeta.
Terry apretó el acelerador y, en menos de dos segundos,
Maggie abrió la puerta y se arrojo de la camioneta en un acto de desesperación.
- ¡Maggie, no!-. grité yo desaforadamente y me arroje
también.
Caí al suelo y gemí de dolor. Levante la vista y ¡Bum!
Maggie estaba parada junto a mí. Tenía los brazos firmes
y rígidos apretando el arma y, justo frente a ella una mancha de sangre salía
del traje de Mazon. Maggie le había disparado.
Me pare tan rápido como me fue posible. Estaba
completamente destruida.
Me acerque a Maggie que se había desplomado en el suelo y
estaba con ataque aun más nervioso que el anterior. Ambas teníamos mucho miedo.
Estábamos aterradas.
Tomé el arma de Maggie y apunté a todos los hombres que
iban detrás de Mazon. Jamás había tenido un arma en mis manos. Era fría y
ligeramente pesada. Daba escalofríos.
No quería que ellos nos lastimaran aun más de lo que lo habían
hecho. Solo quería que tuviésemos la libertad suficiente de irnos.
Rupert, que ahora estaba “a cargo” hizo señas a todos
para que no atacaran. Simplemente se quedaron quietos.
- April, piénsalo-. Me dijo mientras yo ayudaba a Maggie a ponerse de pie.
- ¡cállate!-. dije nerviosa con mis manos temblorosas-. ¡quédate
quieto o disparo!
No estoy segura si hubiese disparado en ese momento. Creo
que jamás habría sido capaz de hacerlo, pero al menos, funciono para
detenerlos.
Maggie temblaba, lloraba y chillaba. Apenas podía
caminar. Era presa del pánico y la desesperación.
En el asfalto se veía la marca de la frenada de la
camioneta. Abrí la puerta, subimos y Terry aceleró con todo el pedal al máximo.
Entonces los disparos comenzaron nuevamente.
Absolutamente cada vidrio de la camioneta exploto en
miles de pedazos y una de las balas me rozó un hombro.
Maggie iba a mi lado, agachada para cubrirse, una de las
balas le había dado en el antebrazo. Charlie estaba del otro lado, pegado a
André que aun respiraba intentando sobrevivir. Eric también estaba herido, tenía
el brazo desgarrado luego de subir a Charlie por el muro de la mansión de Mazon.
Ninguno de nosotros podía creerlo. Teníamos poco tiempo
para llegar a Hamilton y destruir la fuente. Ahora Rupert nos seguía, aquello
no iba a terminar nunca.
El ambiente en la camioneta era extremadamente tenso.
Ninguno podía decir una palabra sin desbordarse. Todos estábamos al borde del
colapso mental.
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