Dudas y resentimiento.
Mis pies se movían rápidamente por el barro.
Las zapatillas ya no eran blancas y mi saco estaba completamente salpicado.
A lo lejos podía oír la voz de Eric, más bien,
gritos. Pronunciaba mi nombre desesperado.
Sabía que estaba buscadme, corriendo unos
cuantos metros detrás de mí. No pensaba esperarlo.
Habían arriesgado a mi mejor amigo, a la
persona que, desde hacía años, lograba mantenerse en mi mente todo el tiempo.
Charlie Power no era parte de todo eso. Sabia de quien era la culpa.
Había dejado a Eric sentado en aquella horrenda
colina, mis ojos reflejaban odio y decepción cuando él me había contado la
verdad. No podía creer que lo había besado, él no merecía nada.
Hacia unos minutos que corría y no iba a
detenerme por nada del mundo, alguien tendría que aclararme porque diablos
Charlie era el atrapado y no alguno de nosotros que conocíamos la verdad.
Abrí la puerta de la casa, sintiendo un viento
tibio que me abrazaba. Bennett y López estaban en el comedor, hablando con Pam
como si nada sucediera. ¡Charlie estaba atrapado y ellos no hacían nada!
-
April, ¿Qué sucede?-. él se levantó de su silla
para verme a mí, en un perfecto ataque de histeria, como el que me había
agarrado esa vez que rompí la nariz del chico en el instituto.
Intentó tomarme del brazo pero le grite un par
de cosas de las que nunca estuve orgullosa. Sin embargo, se las merecían.
Subí las escaleras gritando el nombre de
Maggie.
Eran demasiadas. Demasiadas veces que ella se
había interpuesto entre nosotros para alejar a Charlie de mí. Demasiadas las
cosas que me había dicho en el instituto, incluso desde antes de ser su novia.
Demasiadas las energías que había desperdiciado soportándola.
Era momento de devolver lo que me había dado y
yo era buena en eso.
Abrí la puerta de su cuarto y la encontré allí,
mirándose al espejo. Aquellos ojos verdes se contemplaban de un modo frívolo,
completamente ajenos a mi furia.
-
¿¡Cómo demonios pudiste!?-. grité tan fuerte
que sentí que perdería la voz en cualquier momento-. ¿Cómo malditamente hiciste
eso?
Ella se levanto precipitadamente del tocador.
Mirándome incrédula. Era estúpida, muy, muy estúpida.
En la puerta del cuarto aparecieron Bennett y
López, detrás de ellos estaba Eric recobrando el aliento de haber corrido tras
de mí.
Intentaron calmarme, con esas voces tranquilas
que solo ellos podían contener en ese momento. Pero yo no podía tranquilizarme,
no con Maggie fingiendo no comprender nada.
Ella me dio una bofetada cuando le grité
nuevamente, haciéndome una marca rosada en la mejilla con su uña puntiaguda y
ordinaria.
-
Oh, no hiciste eso…-. Advertí y ella hizo un
gesto de indiferencia.
Le devolví el golpe. Ella se defendió. López y
Bennett nos separaron. Maggie quedó en el cuarto, quejándose de un muy buen
golpe de mi parte que había dado justo en el blanco: el medio de su flácido,
pálido, escuálido, torpe, feo y muy mal maquillado rostro. Dejando un leve signo de hinchazón en su pómulo
izquierdo.
Si, sin duda alguna tenía una muy buena derecha.
En cuanto a mí, Eric me recibió en el corredor,
mientras Maggie continuaba forcejeando con la puerta que López tenia cerrada
con sus dos manos fuertemente sujetadas al picaporte.
Forcejé yo también, no soportaba la idea de
tener los brazos de Eric sobre mis hombros.
Ya no estaba llorando pero él se mostraba
fuertemente dolido. En el fondo yo también lo estaba, pero algo me mantenía
enfurecida y llena de odio.
De a poco, con el paso de unos interminables
minutos, el fuego ardiendo en mi, fue cesando. Dejé de moverme frenéticamente,
Maggie dejo de golpear la madera mientras Bennett buscaba algo para deshinchar
su pómulo.
Eric que acompaño a su cuarto, siguiendo las
órdenes de López. Esa noche yo dormiría en la habitación de él y él en la mía,
puesto que sospechaban que Maggie y yo nos matáramos mutuamente a causa de la
cercanía de nuestras alcobas.
Me senté en la cama, sin dirigirle la mirada.
Él me tendió unas mantas por si pasaba frio y me dijo donde había toallas. La
habitación era claramente, mas grande que la mía. Con un ropero de madera de
cerezo y un color azulado en las paredes, similar al del living.
-
Vete, quiero estar sola-. Musité con una voz
grave, sonaba algo afónica.
-
April, oye…-. Se acercó a mí, notablemente más
alto dado que yo estaba sentada, aun tenia las zapatillas mojadas por la
humedad que había en el exterior-. Tienes que entender que sucede realmente.
-
No quiero hablarte-. De acuerdo, sí quería,
pero no podía hacerlo hasta que asimilara todo aquello-. Vete.
Me sentía traicionada. Se suponía que yo debía
confiar en aquellas personas, debía confiar en Eric… incluso cuando eso
implicaba confiar en Maggie.
Él dejó las toallas blancas a mi lado,
perfectamente dobladas. Luego permaneció unos minutos en silencio,
estudiándome. Yo no levanté la mirada ni un solo instante.
Acaricio mi cabello, ligeramente despeinado y
escondió un mechón detrás de la oreja.
Corrí mi rostro, claramente evitándolo. “Por
favor, no hagas eso” lo escuche decir, pero no respondí. Había vuelto a ser
fría, había vuelto a creer que las cosas malas sucederían, incluso, aunque
estuviéramos juntos.
Sólo una cosa:a laqwertyuioplkasjdhfgmznxbcvpqowieurytlaksjdhfgmzxcnbc <3<3<3<3<3<3<3<3<3<3
ResponderEliminarjajaj, gracias por el comentario!!!! jajajaajaja sigue comentando :D
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