Atrapada.
El golpe fue seco, pero tan fuerte que no me dio tiempo a
recuperarme, pararme establemente y correr. Los hombres armados me atraparon
antes que pudiese hacer todo eso.
Me dolía todo el cuerpo y mi brazo no podía estar en
peores condiciones. Apenas podía sentirlo.
Me ingresaron nuevamente a la casa y me llevaron hasta un
cuarto oscuro, con solo unas pocas luces en las paredes, a la altura de mis
hombros. Había muchas pantallas y botones en una pared y una mesa con dos
sillas en los extremos.
Me sentaron bruscamente en una y dos de los agentes de
seguridad se quedaron en las esquinas del cuarto. Por la puerta principal
apareció Mazon y mi visión de él cambio completamente.
No era el hombre fuerte que me había imaginado, no era
esa especie de abuelo moderno que mi mente creía que seria.
Su cabello era blanco y apenas notorio con su piel. Tenía
manchas de la edad en la frente y manos arrugadas. Era alto y muy delgado y se
ayudaba con un bastón de madera, pero no lo usaba realmente, era una especie de
“adorno”. Se sentó frente a mí. Lo miré,
ocultando las lágrimas.
- Fue un gran salto April-. Aparte mis ojos de los suyos,
mirarlo con tanto respeto me parecía desagradable por completo.
No respondí. Simplemente mire la mesa fijamente con una
expresión seria.
- Pero, no deberías haberlo hecho-. Volví a mirarlo, él
estaba de pie, caminando por la habitación-. Estas débil, ¿Quién salvara a tus
amigos ahora?
- ¿Qué les has hecho?-. pregunté, aunque inmediatamente
reparé en que apenas nos habíamos separado unos minutos.
- Descuida, siguen vivos… si eso es lo que preguntas.
¿Charlie? ¿Charlie estaba vivo? No podía preguntarlo,
pero una oleada de un sentimiento desconocido me recorrió todo el cuerpo. Era
como un impulso que me hacia olvidar todo lo demás.
- ¿Dónde están?
- Gira y veras.
Observe la pared llena de pantallas y busque la que necesitaba.
En una esquina estaban Eric y Maggie, atados a unas
sillas. Tenían los ojos cubiertos con lienzos y las bocas tapadas con cinta
adhesiva. La habitación era completamente blanca y parecían tener frio.
Deje la mirada posada en esa pantalla unos instantes.
Maggie era su mismísima familia y no le importaba. Entonces, ¿Cuál era el
destino que tenía preparado para nosotros?
De repente, casi como una señal del universo, una luz
titilo por una baja de tensión y llamo mi atención. Mire la pantalla sobre ella
y encontré a Charlie.
Estaba en el suelo, inmóvil, con el rostro completamente
golpeado y el cabello cubriendo sus ojos. ¿Estaba vivo o lo tenían tirado allí
como rata de laboratorio?
- ¿Lo reconoces April?-. preguntó Mazon y yo desvié la
mirada de la pantalla-. Dime una cosa, ¡¿lo reconoces?!
Me negué a responder y su paciencia desapareció por un
instante. Tomo mi mandíbula fuertemente, obligándome a girar en la dirección de
Charlie.
- ¡Abre los ojos April, ábrelos!-. gritaba mientras me
apretaba las mejillas, pero yo intentaba ser fuerte y los cerraba con toda mi
dignidad.
No quería sollozar, pero el momento me desesperaba. Las
manos de Mazon eran frías y ásperas, me asustaban mucho.
- De acuerdo-. Me soltó como si nada-. parece que no es de
tu incumbencia-. No hable, no quería que nada les diera un indicio de cuan
especial para mí era Charlie-. Mátalo.
La orden que le dio a uno de los de seguridad me hizo
abrir los ojos de par en par.
- ¡no! ¡no lo hagas!-. grité con la voz desgarrada-. No lo
hagas.
- Vaya, vaya-. Se acercó a mí y acaricio mi rostro como si
tuviese todo el derecho de hacerlo-. Sabes muy bien, en el fondo de tu
miserable y especial ser, lo que tienes que hacer para salvarlos a todos.
- Nos mataras de todas formas-. Recriminé, demostrándole
que podía ser una simple chica pero que no era tan estúpida.
- De acuerdo April, haremos un trato-. Supe que era lo que
él quería-. Tu sangre por sus vidas.
- Ya, claro… como si te creyera.
- Soy un hombre de palabra cielo-. Sonrió de forma
inocente, era tan parecido a su nieta-. Dime, ¿aceptas?
Dude unos instantes. Quería salvarlos desesperadamente,
no había nada en ese mundo que deseara más. Sin embargo, las palabras de André
habían sido específicas: no podía dejar mi sangre en sus manos.
Mazon descubrió cuales eran mis dudas y, aprovechando ese
momento de distracción, hizo un gesto a sus hombres. Ambos tipos me sostuvieron
con fuerza y Mazon sacó una navaja y un pequeñísimo frasco de vidrio del saco
de su traje. Con un solo movimiento corto la cinta que tenia sobre mi herida y
realizo un corte haciéndola más profunda. Las gotas de sangre emanaron como
cascadas y él las capturo con el frasco. Sonrió maliciosamente, orgulloso de su
logro y yo entre en pánico.
No tuve otra escapatoria, era presa de mis impulsos y, de
cualquier manera moriríamos. Mi único lema en ese momento fue: “no tengo nada
que perder”.
Golpeé a los de seguridad y mordí al que me sostenía el
hombro. De alguna forma me zafé con un poco de dificultad y no tuve problema
alguno de golpear a Mazon para que me dejara el paso libre.
No tenia forma de quitarle el frasco y salir a tiempo
antes que el resto de la seguridad arribara a la habitación. Simplemente tuve
una sola opción y era largarme de allí con Eric, Maggie y Charlie para destruir
la fuente antes que ellos nos destruyeran a nosotros.
Aproveche mis reflejos y mi rapidez al máximo, pero el
brazo me dolía y me sentía mas débil que nunca, incluso en peor estado que
aquella vez en el cementerio trinidad.
Eche a correr mientras la alarma comenzaba a sonar
nuevamente. Las luces rojas volvían a encenderse y los gritos se escuchaban
pero nadie estaba en el mismo estrecho corredor que yo. Solo tenía que
encontrar una escalera que bajara al sótano.
“¡Al norte!” escuche gritar a alguien, ellos sabían a
quien buscaba y ese “quien” estaba en el norte. Pero ¿Cómo podía ubicarme en
ese lugar? Entonces recordé el momento del balcón, cuando salté. Recordé el
lugar del cual provenía la luz del amanecer y me las ingenie para guiarme hacia
donde ir de alguna manera, encontré una escalera que bajaba y supe donde estaba
exactamente.
No dude ni un instante y comencé a descender. Luego de un
pequeño corredor, me encontré con una pesada puerta de hierro macizo completamente
blindada con una pantalla para ingresar una contraseña.
“¡Mierda! No tengo tiempo para esto” pensé y apreté
cualquier cosa que pusiese servirme. Intente con Terry, juventud, fuente de la
vida, dinero, pero ninguna de ellas era la correcta. Entonces probé una última vez: April Austin.
Correcto. Mi nombre era la contraseña, Mazon había sabido que era yo desde hacía
mucho tiempo. Pero, ¿Por qué no me había buscado cuando estaba indefensa?
Porque él nos quería a todos, André, Eric, Terry, Maggie… todos.
La puerta hizo un sonido de descompresión y yo me
encontré en una especie de laboratorio. Todo era blanco y estaba lleno de tubos
de ensayo y líquidos de colores dentro. Hacia muchísimo frio y descubrí que había
una especie de refrigeración especial allí dentro.
Me sentía mareada y descompuesta, pero tenía que seguir,
al menos hasta salir de allí.
- ¡Eric!-. grité esperando respuestas, pero nadie respondió.
Continúe caminando, esperando encontrar a alguien-. ¡Maggie!.
El lugar era inmenso y había puerta en todos lados. Entonces
recordé la imagen de Maggie y Eric en la pantalla de seguridad. No estaban en
un laboratorio, estaban en un cuarto de congelado.
Tenía que encontrarlos inmediatamente.
Comencé a abrir todas las puertas del laboratorio. En la tercera
pude hallarlos. Les quite las sogas que estaban tan ajustadas que habían dejado
marcas en sus muñecas y también les quiete los pañuelos y cintas de la cara.
Estaban helados, tiritando como locos. Les habían arrebatado sus abrigos y
Maggie tenía moratones en el pómulo derecho y en el ojo izquierdo, y ambos
lugares se estaban hinchando.
- Debemos encontrar a Charlie-. Dije mientras salíamos de
allí.
Regresamos al laboratorio y encontramos a Mazon con diez
hombres. Y Charlie.
Noooooooooo, ya quiero que subas el prox porque eres así me dejas con intriga
ResponderEliminar