Sinopsis

April Austin no lo ha tenido facil.
Su padre se fue, su madre es alcoholica y vive en un barrio con poco futuro. Sin embargo tiene a Charlie Power, su mejor amigos desde siempre, quien la apoya incondicionalmente.
Pero desde que él sale con Maggie Parker, April se ve en necesitad de un nuevo hombro donde poder descansar.
Entonces aparece Eric Taylor, el guapo y misterioso chico del salon de castigos.
Secretos de la desaparicion de su padre y lecciones de amor irán apareciendo en esta historia.
¿Podrá April vencer los temores de su pasado? ¿Podrá descubrir que sucedio la noche de su quinto cumpleaños? ¿Podrá creer nuevamente en el amor?


sábado, 29 de septiembre de 2012

Capitulo 24



¿López y Maggie?
¿Iban a castigarme por haber faltado a clases algunos días de la semana? No, algo me decía que todo esto iba mucho más allá del instituto.
Supuse que Maggie era esa tal “Margaret” que la señora Bennett había mencionado, pero no entendía     que hacia López allí.
Maggie se levantó inmediatamente de la silla y abrazó a Eric como si hubiese estado en la guerra por años. Algunas pocas lágrimas cayeron de su rostro, pero parecía ser que había estado llorando antes. Era la primera vez que la veía sin maquillaje, incluso tenia ojeras. Ella tampoco había tenido una buena noche.
No iba vestida glamorosamente como siempre la veía, tenía unas calzas negras y una enorme camisa de jean usándose sobre una musculosa blanca. Estaba descalza, con unas pequeñas trenzas atando su cabello y, para impresionarme aun mas, usaba lentes de leer. Parecía muchísimo más adulta, pero no tanto como mi madre.
Saludó a la señora Bennett de una manera muy cordial, pero no tanto como había demostrado con Eric (lo cual me molesto, porque ella era la novia de Charlie). Luego me saludó, preguntándome como estaba.
¿A que jugaba ella? Ahora sí que estaba tremendamente confundida.
A pesar de su saludo, supe que lo hacía por compromiso, en realidad no le agradaba que yo estuviese allí.
López se levanto luego, más tranquilo y pasivo. También estaba usando lentes y el mismo tipo de ropa que llevaba al instituto, era bueno ver que no todo cambiaba. Saludó a Eric y a la señora Bennett, con quien intercambio un par de palabras privadas, casi audibles.
Luego me saludó, sorprendentemente, pasando uno de sus brazos detrás de mi cuello, dirigiéndome a uno de los sillones.
-      ¿Cómo ha ido el viaje April?-. me pregunto como si todo aquello fuese lo más normal del mundo.
¡Hey, estas no son vacaciones!
-      Hum, supongo que bien pero…
-      Debo advertirte André-. ¡¿López se llamaba André?!-. que ella no sabe nada aún, aparentemente no hubo “suficiente tiempo”-. dijo la señora Bennett.
-      ¿Cómo? Pero si tiempo es lo que menos tenemos, Eric se suponía que debías decirle antes de traerla aquí.
-      Lo siento, no quiero interrumpir realmente-. Dije con tono firme para demostrar que aun estaba allí-. No me importa quién demonios lo haga, en tanto me digan que sucede.
-      Lo siento April-. Me dijo López, pareciendo realmente arrepentido por un supuesto “gran error”-. Será mejor que hablemos nosotros y luego te comuniquemos…
-      ¿Qué? Pero…-. Los miré anonadada, aquello tenía que ser una broma.
-      Reamente lo siento-. Se volvió a disculpar y quitó los ojos de mi mirada-. Hum, Margaret, llévala a su cuarto ¿quieres?
Maggie suspiró molesta y puso sus ojos en blanco; “de acuerdo” susurro y se levantó del sofá que compartía con Pam que se había vuelto a dormir.
Intente reprochar, pero parecía ser inútil discutir con López, aun sentí que era mi profesor y no podía negarme.
-      Muévete-. Me dijo Maggie para que la siguiera con un tono hosco.
Tome mi mochila con unas pocas cosas personales en ella y mi bolso gris y la seguí arriba de las escaleras.
Entramos en un pasillo largo con puertas a los costados. Ella me indicó cual era el baño y me dijo que tenían horarios para usarlo, el mío seria por la mañana temprano o tarde por la noche. Seguramente los había impuesto ella, dándome los peores a mí.
Luego me dijo que la ultima puerta conducía a la oficina y que el único que tenía acceso era López (me negaba a llamarlo André), y una de las excepciones era la señora Bennett.
Me había tocado la primera puerta del pasillo, el cuarto era algo más grande que el de mi casa en Hamilton Heights, pero aun era una habitación pequeña. Tenía empapelado amarillo pastel con franjas blancas verticales. Había una cama de madera oscura para una sola persona con un acolchado blanco que tenia lunares amarillos de distintos tonos y tamaños, combinados con muchísimos almohadones blancos bien esponjosos.
-      Hum, André me obligó a prepararlo para ti, si quieres otro decorado hay mantas en el ropero-. Dijo ella incomoda, supongo que era extraño hacer algo lindo para mí-. Si quieres puedes bañarte en este turno, es mío pero supongo que quieres hacerlo luego del viaje.
-      Seria genial-. Asentí, aliviada por darme un baño-. Gracias Maggie.
Ella asintió de una forma extraña, dándome a entender que nunca más tendría que agradecerle. Luego se retiró del cuarto y me quedé sola.
En una esquina había una mesa de noche con un espejo colgando de la pared y un banco de madera junto a ella. El ropero estaba frente a los pies de la cama y no era muy grande, pero de todos modos mi ropa no era demasiada. Guardé todo dentro y elegí algo para usar luego del baño: unos jeans celestes gastados, las zapatillas blancas que estaba usando ahora y una remera manga larga, algo suelta hasta mi cintura, color roja. Tomé todo en mis manos y fui hasta el baño.
Allí encontré algunas toallas blancas. Luego me metí bajo la ducha y me sentí relajadísima. De pronto tenia muchísimo sueño.
Regresé a mi cuarto y observé la ventana que daba al frente de la casa, al camino por donde habíamos llegado.
Me senté en la cama y al sentir el contacto de mis manos con los múltiples almohadones que Maggie me había dejado, caí dormida inmediatamente.

1 comentario:

  1. Me gusta, me gusta, pero quiero saber que pasa, y quiero saberlo ya!!!,, que estoy super entregada.
    Besotes<3<3

    ResponderEliminar