¿López y Maggie?
¿Iban a castigarme por haber faltado a clases
algunos días de la semana? No, algo me decía que todo esto iba mucho más allá
del instituto.
Supuse que Maggie era esa tal “Margaret” que la
señora Bennett había mencionado, pero no entendía que hacia López allí.
Maggie se levantó inmediatamente de la silla y
abrazó a Eric como si hubiese estado en la guerra por años. Algunas pocas
lágrimas cayeron de su rostro, pero parecía ser que había estado llorando
antes. Era la primera vez que la veía sin maquillaje, incluso tenia ojeras.
Ella tampoco había tenido una buena noche.
No iba vestida glamorosamente como siempre la
veía, tenía unas calzas negras y una enorme camisa de jean usándose sobre una
musculosa blanca. Estaba descalza, con unas pequeñas trenzas atando su cabello
y, para impresionarme aun mas, usaba lentes de leer. Parecía muchísimo más
adulta, pero no tanto como mi madre.
Saludó a la señora Bennett de una manera muy
cordial, pero no tanto como había demostrado con Eric (lo cual me molesto,
porque ella era la novia de Charlie). Luego me saludó, preguntándome como
estaba.
¿A que jugaba ella? Ahora sí que estaba
tremendamente confundida.
A pesar de su saludo, supe que lo hacía por
compromiso, en realidad no le agradaba que yo estuviese allí.
López se levanto luego, más tranquilo y pasivo.
También estaba usando lentes y el mismo tipo de ropa que llevaba al instituto,
era bueno ver que no todo cambiaba. Saludó a Eric y a la señora Bennett, con
quien intercambio un par de palabras privadas, casi audibles.
Luego me saludó, sorprendentemente, pasando uno
de sus brazos detrás de mi cuello, dirigiéndome a uno de los sillones.
-
¿Cómo ha ido el viaje April?-. me pregunto como
si todo aquello fuese lo más normal del mundo.
¡Hey, estas no son vacaciones!
-
Hum, supongo que bien pero…
-
Debo advertirte André-. ¡¿López se llamaba
André?!-. que ella no sabe nada aún, aparentemente no hubo “suficiente
tiempo”-. dijo la señora Bennett.
-
¿Cómo? Pero si tiempo es lo que menos tenemos,
Eric se suponía que debías decirle antes de traerla aquí.
-
Lo siento, no quiero interrumpir realmente-.
Dije con tono firme para demostrar que aun estaba allí-. No me importa quién
demonios lo haga, en tanto me digan que sucede.
-
Lo siento April-. Me dijo López, pareciendo
realmente arrepentido por un supuesto “gran error”-. Será mejor que hablemos nosotros
y luego te comuniquemos…
-
¿Qué? Pero…-. Los miré anonadada, aquello tenía
que ser una broma.
-
Reamente lo siento-. Se volvió a disculpar y
quitó los ojos de mi mirada-. Hum, Margaret, llévala a su cuarto ¿quieres?
Maggie suspiró molesta y puso sus ojos en
blanco; “de acuerdo” susurro y se levantó del sofá que compartía con Pam que se
había vuelto a dormir.
Intente reprochar, pero parecía ser inútil
discutir con López, aun sentí que era mi profesor y no podía negarme.
-
Muévete-. Me dijo Maggie para que la siguiera
con un tono hosco.
Tome mi mochila con unas pocas cosas personales
en ella y mi bolso gris y la seguí arriba de las escaleras.
Entramos en un pasillo largo con puertas a los
costados. Ella me indicó cual era el baño y me dijo que tenían horarios para
usarlo, el mío seria por la mañana temprano o tarde por la noche. Seguramente
los había impuesto ella, dándome los peores a mí.
Luego me dijo que la ultima puerta conducía a
la oficina y que el único que tenía acceso era López (me negaba a llamarlo
André), y una de las excepciones era la señora Bennett.
Me había tocado la primera puerta del pasillo,
el cuarto era algo más grande que el de mi casa en Hamilton Heights, pero aun
era una habitación pequeña. Tenía empapelado amarillo pastel con franjas blancas
verticales. Había una cama de madera oscura para una sola persona con un
acolchado blanco que tenia lunares amarillos de distintos tonos y tamaños,
combinados con muchísimos almohadones blancos bien esponjosos.
-
Hum, André me obligó a prepararlo para ti, si
quieres otro decorado hay mantas en el ropero-. Dijo ella incomoda, supongo que
era extraño hacer algo lindo para mí-. Si quieres puedes bañarte en este turno,
es mío pero supongo que quieres hacerlo luego del viaje.
-
Seria genial-. Asentí, aliviada por darme un
baño-. Gracias Maggie.
Ella asintió de una forma extraña, dándome a
entender que nunca más tendría que agradecerle. Luego se retiró del cuarto y me
quedé sola.
En una esquina había una mesa de noche con un
espejo colgando de la pared y un banco de madera junto a ella. El ropero estaba
frente a los pies de la cama y no era muy grande, pero de todos modos mi ropa
no era demasiada. Guardé todo dentro y elegí algo para usar luego del baño: unos
jeans celestes gastados, las zapatillas blancas que estaba usando ahora y una
remera manga larga, algo suelta hasta mi cintura, color roja. Tomé todo en mis
manos y fui hasta el baño.
Allí encontré algunas toallas blancas. Luego me
metí bajo la ducha y me sentí relajadísima. De pronto tenia muchísimo sueño.
Regresé a mi cuarto y observé la ventana que
daba al frente de la casa, al camino por donde habíamos llegado.
Me senté en la cama y al sentir el contacto de
mis manos con los múltiples almohadones que Maggie me había dejado, caí dormida
inmediatamente.
Me gusta, me gusta, pero quiero saber que pasa, y quiero saberlo ya!!!,, que estoy super entregada.
ResponderEliminarBesotes<3<3